Recursos internos

 

El acompañamiento terapéutico (counselling) se basa en la confianza de que cada ser humano por muy confundido y desesperanzado que esté tiene un potencial de sanación y transformación interior que solo necesita ser despertado y puesto en funcionamiento. 

 

La escucha y la aceptación

 

Escuchar es acoger, recibir al otro para que pueda ser el mismo tal y como es sin condena.La aceptación incondicional permite que afloren nuestros aspectos menos luminosos porque sentimos que no se nos juzga. Cuando vemos que el otro es capaz de acogernos y aceptarlos con comprensión y cariño aprendemos a hacer lo mismo y aumenta nuestra autoestima.

La mirada

 

Recibir una mirada comprensiva nos permite reconocernos tal y como somos, en nuestra dignidad. Cuando alguien nos mira en profundidad y reconoce nuestra bondad, nos ayuda a que nosotros mismos también nos sintamos valiosos.

La presencia y el mindfulness

 

El mindfulness es una herramienta que resulta muy útil tanto para el acompañante como para la persona que acude a la consulta. Cuando en el contexto de la relación de ayuda conectamos con el presente sentimos que somos nosotros mismos, que habitamos nuestro cuerpo, que estamos de verdad en este lugar, presentes en el aquí y ahora.

La empatía y la autenticidad

 

La empatía nos permite ponernos en el lugar del otro. Nos da sensación de cercanía y al mismo tiempo de respeto y distancia para que cada uno pueda sentirse libre y ser quien es. El vínculo que genera la empatía permite sanar relaciones del pasado que quizás todavía duelen.

La autenticidad pone el toque de verdad y sinceridad necesario para que una relación terapéutica funcione y esté marcada por el respeto y la honestidad.

El sentido

 

La escucha, la mirada, la presencia y la empatía generan una atmósfera de confianza que nos ayudan a atrevernos a ser cada vez más nosotros mismos. Lo que nos permite conectar con nuestra vocación, con la llamada que nos guía a un camino concreto y nos permite ser las personas únicas que realizan aquello que solo nosotros podemos expresar en el mundo. Y así poco a poco, casi sin darnos cuenta, descubrimos que nuestra vida cobra sentido.

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