La presencia terapéutica en el acompañamiento emocional

 

En mi experiencia, uno de los elementos más importantes para que se dé un buen acompañamiento emocional es la presencia terapéutica, la capacidad de estar presente y generar una atmósfera cálida y acogedora que favorezca la aparición de un buen vínculo terapéutico. Después de varios años trabajando en el acompañamiento emocional me he dado cuenta es que esta presencia, que está a un nivel más profundo que los gestos y las palabras, es uno de los elementos más sanadores del counselling.

Las primeras veces que contacté con esta presencia fue en mi práctica personal de meditación. Cuando los pensamientos y las emociones se relajaban surgía algo que estaba detrás, a mayor profundidad,  que me producía sentimientos de paz y plenitud. Más tarde, empecé a darme cuenta de que en el silencio receptivo del encuentro terapéutico, esta presencia también se manifestaba y producía efectos beneficiosos sobre la persona a la que acompañaba. La presencia genera un entorno seguro que facilita que se relajen las defensas y se expresen los sentimientos y emociones. Además, ayuda a que la persona que acude a la consulta contacte con su propio espacio interior de calma, serenidad e insight.

Investigaciones sobre presencia y counselling en el área de la psicología

Este contacto con la presencia, en mi práctica personal y en el encuentro terapéutico, me hizo querer  aprender más sobre ella. Por eso, el tema que elegí para mi TFM cuando estudié el Master de Counselling y Relación de Ayuda fue: «La presencia terapéutica en el counselling» (Descargar TFM aquí). En esta investigación descubrí que la presencia ha sido estudiada en casi todas las ramas de la psicología y que varios estudios la relacionan con las actitudes del counselling de Carl Rogers de aceptación incondicional, empatía y autenticidad (que forman de alguna manera el núcleo fundamental del counselling). Al mismo tiempo, vi confirmado que esta presencia terapéutica se puede cultivar mediante el mindfulness y otros métodos contemplativos. Aunque nunca poseemos ni podemos controlar esta presencia, sí podemos crear las condiciones favorables para que aparezca.

El fomento de este tipo de presencia cálida, que nos hace sentir plenos, es uno de los pilares de mi manera de entender tanto el mindfulness como el acompañamiento emocional.

 

Puedes compartir esto en tus redes:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *